El potencial de las historias con medios digitales en la escuela

13 de agosto 2021

En todas las escuelas se crean, desarrollan y cuentan historias.

Y no sólo en la clase de Prácticas del Lenguaje: las historias recorren recreos, actos escolares, explicaciones de maestros y maestras, conversaciones de niños y niñas, proyectos interdisciplinarios, encuentros con familias, campeonatos de fútbol, campamentos, y más. 

La humanidad narra desde sus comienzos, incluso desde antes de que existiera la escritura o, probablemente, las palabras. Necesitamos contar historias porque nos ayudan a pensar, a dar sentido a nuestras experiencias, a ponernos en el lugar de otros/as y a imaginar alternativas: en definitiva, a abrir otro tiempo y espacio dentro de nosotros/as y de nuestras comunidades.

En el marco escolar, además, la creación de historias con medios digitales resulta una estrategia potente, accesible y atrapante para impulsar a niños y niñas a aprender contenidos, desarrollar habilidades, potenciar la lectoescritura, comunicar ideas, explorar lenguajes digitales y mucho más.

 

Cuatro razones para integrar la creación de historias con medios digitales a las propuestas pedagógicas

Crear historias con medios digitales permite que los y las estudiantes experimenten un uso activo y creativo de las tecnologías. Y esa experiencia… ¡no se olvida!

En las últimas décadas, escuelas de todo el mundo se han propuesto integrar a sus prácticas cotidianas la cuestión de las tecnologías digitales: ¿cómo hacer para que estén al servicio de los intereses y de los procesos de aprendizaje de niños y niñas? ¿Cómo desarrollar lecturas críticas frente a los discursos que proponen?

Utilizar tecnologías para crear historias es una forma de relacionarse con la tecnología que recupera la mirada del paradigma maker (“aprender haciendo”). Este enfoque invita a aprender a través de una exploración activa, lúdica y social, a partir del desarrollo de proyectos o de la resolución de problemas. Se trata de identificar un propósito claro, real y motivador, y desde allí partir para que sea ese objetivo el que oriente la práctica, incorporando dimensiones sociales y éticas, pero también estrictamente prácticas: una experiencia verdaderamente “360°”.

Estas dinámicas propias del “taller” ponen de relieve una forma de usar la tecnología atravesada por la “diversión difícil” (hard fun). Proveniente del ámbito de los videojuegos, esta idea confirma que aprendemos cuando disfrutamos, pero que disfrute no es sinónimo de “fácil”. De hecho, la mejor diversión es la que cuesta.

Una vez que niños y niñas hayan experimentado la satisfacción de usar las tecnologías digitales para crear y construir ideas y proyectos que los/as trascienden y emocionan, se estará poniendo en marcha un camino hacia un uso cotidiano más significativo. Y esa habilidad resulta extremadamente valiosa en un mundo crecientemente atravesado por lo digital.

La creación de historias permite abordar contenidos curriculares de otra manera

Las propuestas pedagógicas que integran la creación de historias con medios digitales pueden ser útiles a todas las áreas de conocimiento. Se pueden crear historias para… 

  • construir estructuras de pensamiento necesarias para comprender contenidos. Por ejemplo, crear historias sobre los muchos equívocos que sucedían en una lejana ciudad en la que algunos habitantes medían los pasos en “pasos de león” y otros en “pasos de hormiga”, y -de ese modo- allanar el camino para que niños y niñas se apropien de la noción de escala. 
  • promover mayores niveles de elaboración de los contenidos. Por ejemplo: en vez de pedir a niños y niñas que describan de qué se trata la rotación de la Tierra, invitarlos/as a que inventen una historia sobre un niño que leyó en las redes que la Tierra había dejado de rotar y -aterrorizado- recurrió a su hermana mayor para averiguar si era cierto. El hecho de tener que construir un conflicto e incluir explicaciones y argumentaciones en la voz de personajes motiva a los y las estudiantes a elaborar con más profundidad los contenidos. 
  • impulsar investigaciones, evaluar, indagar en saberes previos y más, acercándonos a los intereses de niños y niñas.

La creación de historias permite favorecer el desarrollo de habilidades socioemocionales (HSE) y del siglo XXI

Las habilidades socioemocionales son aquellas que ayudan a las personas a identificar y manejar sus propias emociones y las de los demás, a expresarse y comunicarse, y por lo tanto, les permiten adaptarse a entornos cambiantes, concretar metas y relacionarse positivamente. Las habilidades del siglo XXI, por su parte, son aquellas consideradas indispensables para todos los ámbitos de la vida actual, también llamadas las 4C: creatividad, colaboración, comunicación y pensamiento crítico. 

Es importante tener en cuenta que tanto las HSE como las del siglo XXI se pueden enseñar y aprender. La creación de historias puede contribuir a ese propósito. Algunos ejemplos:

  • Se pueden crear personajes o historias que pongan en escena miedos, emociones, expectativas, dudas… Las historias pueden abrir un canal expresivo.
  • Se pueden generar proyectos de creación de historias que impliquen hacer con otros/as, tomar decisiones, consensuar, enfrentar fracasos y miedos, imaginar, comunicar ideas asertivamente, etc. La escritura de una historia y su posterior realización como película, por ejemplo, abre la puerta a una multiplicidad de intercambios, toma de roles y responsabilidades, incertidumbres prácticas y creativas, disfrutes colectivos… El desarrollo de habilidades solo sucede si existen oportunidades para ponerlas en juego: los procesos de creación de historias con medios digitales constituyen una excelente ocasión para ello.

La creación de historias con medios digitales promueve la “multialfabetización” de niños y niñas

¿Qué implica saber leer y escribir hoy? Películas, videojuegos, animaciones, historietas, relatos sonoros y otros lenguajes digitales tienen sus propias características, posibilidades, límites y procedimientos. La creación de historias con medios digitales es una estrategia ordenadora y enriquecedora que permite acercarse a ellos para poder ampliar las posibilidades de la creación y así favorecer que niños y niñas aprendan a interpretar, producir y evaluar los diversos tipos de “texto” del siglo XXI.

Aún en proyectos escolares que no hayan surgido desde un objetivo narrativo, las historias pueden funcionar como una “forma” que ayude a organizarlos. “Hagamos un videojuego sobre los dinosaurios”, “hagamos un podcast sobre temas ambientales”: aquí es cuando los componentes centrales de toda historia (lugar, personajes, tiempo, conflicto, estructura, etc.) pueden funcionar como aliados para darle forma y sentido a estas ideas.

 

Historias para armar: recursos para crear historias con medios digitales 

Historias para armar es una iniciativa que ofrece recursos sencillos, gratuitos, online y offline para familias, docentes y niños y niñas de entre 8 y 11 años que quieran desarrollar historias y necesiten inspiración y herramientas para lograrlo. Fue desarrollada por Chicos.net y Disney con la colaboración de Eidos, e incluye tres ejes principales:

  • EXPLORAR: una serie de cortos audiovisuales de ficción para que niños y niñas puedan conocer los secretos de la creación de historias (storytelling).
  • CREAR: una app interactiva y lúdica para romper la hoja en blanco y escribir las propias historias con comienzo, nudo y final.
  • CONTAR: una colección de tutoriales maker “paso a paso” para convertir las historias en películas, animaciones, relatos sonoros, videojuegos, historietas y más.

Historias para armar ofrece también fichas didácticas para docentes, actividades para familias, infografías y más recursos para que niños y niñas puedan crear sus propias historias con medios digitales, sin necesidad de contar con recursos tecnológicos especializados ni con competencias digitales avanzadas.