ESI y medios digitales

La Educación Sexual Integral (ESI) proporciona a los niños, niñas y adolescentes herramientas para usar los dispositivos digitales de manera responsable y para reflexionar sobre su relación con el mundo virtual, las interacciones con otras personas y los cuidados que son necesarios para desenvolverse en este entorno.  

Gisela Grunin, Lic. en Comunicación, especialista en género.
  “Los entornos digitales son un espacio de ejercicio de nuestros derechos...
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Gisela Grunin, Lic. en Comunicación, especialista en género.

 

“Los entornos digitales son un espacio de ejercicio de nuestros derechos, al cual los niños, niñas y adolescentes necesitan estar conectados/as. Desde nuestra perspectiva es importante pararnos frente a los conflictos que puedan haber en este ámbito, no desde una posición de pánico, que limite la exposición o el vínculo de niñas y niños con las pantallas, sino poder dar todas las herramientas necesarias para, ante la situación de estar en un conflicto de riesgo o incomodidad, que puedan detectarlo, ponerse alerta y pedir ayuda.” 

La ESI abarca temas tan amplios como el reconocimiento del propio cuerpo, la prevención e identificación de casos de violencia sexual contra infancias y adolescencias, la libertad de elección sexual, el cuestionamiento a estereotipos de género y a mandatos sociales que generan inequidad, entre muchos más. Así como educamos sobre el cuerpo, la sexualidad y las formas de vincularse, también es importante que conozcan cómo desenvolverse en el mundo digital: qué implica el consentimiento, qué supone el anonimato, cuáles son los beneficios de las plataformas y a qué riesgos pueden enfrentarse. El ámbito digital se convierte en un territorio clave donde se ponen en juego los principios, objetivos y ejes centrales de la ESI.

¿Por qué articular ESI y medios digitales?

  • Los medios digitales son espacios de socialización y participación ciudadana. En estos entornos se establecen vínculos, se desarrolla la subjetividad y se construyen relaciones interpersonales. 
  • Los sesgos y mandatos sexistas se trasladan al ámbito virtual, es un espacio donde las desigualdades sociales se perpetúan. Encontramos numerosos contenidos digitales que presentan representaciones estereotipadas, como influencers que reproducen los roles tradicionales de género o mandatos de belleza.
  • A su vez, los medios digitales tienen un enorme potencial para promover la igualdad de género, el activismo y la lucha por los derechos. En las redes sociales también habitan activistas que rompen con el cánon, se conforman grupos y comunidades que visibilizan problemas y desigualdades y se expanden campañas que trascienden los países y las pantallas, como los movimientos #NiUnaMenos o #BlackLivesMatters.
  • La presencia de manifestaciones de violencia de género en entornos digitales subraya la importancia de integrar la Educación Sexual Integral (ESI), la cual provee herramientas para prevenir y abordar oportunamente situaciones de violencia, coerción y abuso sexual en línea. Al dotar a las personas con conocimientos y habilidades necesarias, la ESI contribuye a crear un ambiente digital más seguro y equitativo para todos y todas.

¿Cuál es el rol de la ESI en el abordaje de este tema en la escuela?

El impacto de lo que sucede en las redes atraviesa a las niñeces y a las adolescencias, en tanto son uno de los sectores de la población que más utilizan los entornos digitales. Hace rato que dejamos de pensar en dos mundos separados, el “virtual” y el “presencial”, ya que lo que sucede en uno afecta y nutre al otro constantemente. Desde la escuela, es fundamental incorporar esta dimensión, para acompañar y enriquecer la formación de las y los estudiantes. Desde la perspectiva de la ESI, tenemos la oportunidad de profundizar el trabajo de los vínculos y la afectividad atravesados por las redes, aportando un enfoque de géneros y derechos, fortaleciendo a las y los estudiantes en sus potencialidades y sus cuidados, favoreciendo la construcción de entornos respetuosos de la diversidad y la identificación de situaciones de desigualdad y violencia de género, y otorgando herramientas de prevención, para cuidarse y protegerse. 

En este sentido, se puede contribuir a la construcción de la ciudadanía digital, con la generación de espacios de reflexión, la construcción de acuerdos de convivencia que incluyan pautas para los entornos digitales y el fortalecimiento del ejercicio de derechos. 

Fuentes: 

  • ESI en primera persona. Vínculos y entornos digitales. Ministerio de educación. Disponible aquí.
  • ESI. Marco normativo. Disponible aquí.
  • Violencia digital de género. Abordajes desde la educación sexual integral. Iniciativa Spotlight. 2019. Disponible aquí.