Najat Maalla, Representante de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños, habló con Buena Data sobre los desafíos que tienen los Estados para erradicar el abuso y la desigualdad que sufren millones de jóvenes alrededor del mundo.
Alma Pereyra
Buena Data participó de la Primera Conferencia Ministerial Mundial, donde se reunieron más de 1400 personas para impulsar acciones globales que garanticen un futuro seguro y sin violencia para los niños, niñas y adolescentes, y permitan concretar el objetivo de la Agenda 2030.
En el encuentro -realizado el 7 y 8 de noviembre por los gobiernos de Colombia y Suecia en asociación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la ONU- niños, niñas y adolescentes de todo el mundo tomaron la palabra. Entre los países con más representación estuvieron Rumania, Bolivia, Perú, Bosnia, Polonia, Venezuela, Colombia, Grecia y Argentina.
En todos los testimonios se percibió la falta de visibilización de la violencia infantil, sobre todo en las zonas rurales de Europa, donde el acoso es frecuente y no se priorizan los derechos de lxs niñxs.
¿Qué evaluación hacés de la Conferencia?
Me sentí muy inspirada y esperanzada. Dialogué con niños y niñas de más de 100 países y en todas las regiones pude notar que están empoderados y con mensajes y reflexiones claras. En todo el mundo, cada vez más, los niños están siendo parte de las soluciones, y verlo es muy esperanzador.
Dentro de tus tareas como Representante, ¿qué es lo que más te motiva?
El convencimiento de que terminar con la violencia es posible y urgente. Llevo prácticamente toda mi vida trabajando para poner fin a la violencia contra los niños. Los jóvenes tienen el derecho a vivir libres de violencia. Si bien tienen voces fuertes, no siempre son escuchadas y necesitan adultos aliados que las hagan llegar a los tomadores de decisión.
Según un informe que difundió la OMS, mil millones de niños, niñas y adolescentes sufren abuso físico, emocional y sexual cada año. Esto repercute en todos los aspectos de la vida, ya que estar en un ambiente violento y sufrir situaciones de abuso no es sólo una violación a los derechos: también significa un aumento en el riesgo de padecimiento de enfermedades mentales, ITS/ETS, actividades delictivas y adicciones.
¿Cómo pensás que los estados pueden garantizar una protección real e integral para todxs lxs niñxs en el marco de la Agenda 2030?
Asumiendo compromisos reales para terminar con la violencia. Durante la conferencia global ministerial para terminar con la violencia contra los niños y niñas, prácticamente todos los gobiernos asumieron compromisos concretos, y más de 40 se comprometieron a ser líderes y actuar activamente en una alianza de países comprometidos con terminar con la violencia contra los niños.
¿Es posible una solución caso por caso o se debe trabajar en conjunto?
Los gobiernos deben apoyarse en su meta común de terminar con la violencia. Hoy, más que nunca, es urgente que actuemos todos juntos, y que se incluya a niños y niñas en los espacios de decisión.
La línea 102 es un servicio gratuito, especializado en derechos de niños, niñas y adolescentes. La línea 137 brinda asistencia y acompañamiento para víctimas de violencia familiar y/o sexual.