Adultocentrismo: ¿cómo trabajar con nuestras limitaciones?

El adultocentrismo es una forma de imponer ideas, modos de actuar y de pensar a los niños, niñas y, especialmente, a los y las adolescentes, desde una perspectiva adulta, sin tener en cuenta sus opiniones e intereses.

El pensamiento adultocéntrico los considera como adultos en formación: se cree que están en una fase de preparación para ser personas maduras y que, recién cuando lleguen a la adultez, podrán integrarse plenamente a la sociedad y entonces sus opiniones serán escuchadas.

Sin embargo, promover su derecho a expresar opiniones y a participar en las decisiones sobre los temas que les afectan es uno de los desafíos que tenemos quienes trabajamos o convivimos con chicos y chicas.   

 ¿Qué hacer para mitigar el adultocentrismo?

Para cambiar el enfoque, es importante 

  • Escuchar y valorar los aportes de niños, niñas y adolescentes frente a un tema o problema, sin considerarlos como una falta de respeto.
  • No recriminar, minimizar ni censurar sus emociones.
  • Involucrarlos/as en las decisiones adecuadas a su edad; que serán acciones que repercutirán en su autoestima y confianza.
  • Prestar atención al lenguaje que utilizamos cuando hablamos con ellos/as, para que puedan entender y dar sus opiniones, especialmente en temas que los y las involucran.
  • Explorar soluciones juntos a cuestiones conflictivas.  

Estas actitudes y conductas son fundamentales en su desarrollo, y además les permitirá aprender a ejercer sus derechos y respetar a las demás personas de forma responsable.

¿Cómo acompañar?

La mayor experiencia que tenemos las personas adultas es la que nos debe ayudar a guiar, proteger y dialogar con ellos y ellas, involucrándonos activamente desde el respeto y la escucha. Podemos acompañar con este tipo de preguntas y comentarios:

  • ¿Cómo te sentís?
  • ¿Cómo puedo ayudarte?
  • ¿Querés hablar?
  • ¿Necesitás ayuda?
  • ¿Qué opinás sobre esto que pasa? 
  • ¿Cómo te parece que tenemos que resolver esta situación? 
  • Tu opinión me importa mucho 
  • Sí, tendré en cuenta lo que me dices.

Adolescentes en primera persona

Le preguntamos a Ian, de 17 años, ¿qué le diría a una persona adulta sobre cómo dialogar con adolescentes? 

“El mundo está diseñado para adultos, no hay mucho espacio para nosotros/as”. Como punto de partida reconocer que la primera necesidad de ellos/as, es ser escuchados/as. Tan simple y tan complejo como eso.  Se trata de conocer y reconocer a los y las niños, niñas y adolescentes como co-constructores de su propia infancia particular y única.”
Para conocer más, te invitamos a ver el webinar “El challenge más desafiante: hablar con adolescentes sobre lo que hacen en las redes”

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