Aprendizajes para repensar la enseñanza

29 de octubre 2020

Por Carina Lion. Profesora e Investigadora UBA en temas de tecnología educativa.

Del estudio surge un panorama complejo en relación con las tecnologías, la escuela y los y las adolescentes que da cuenta de nudos en tensión. Exige una mirada multidimensional. Por un lado, desde el punto de vista del acceso muestra brechas visibles y opacas que muestran un mapa desigual e inequitativo. Brechas que no son nuevas, pero que se han hecho más palpables por la necesidad de conectividad y de acceso a recursos digitales de distinto tipo. Por otro lado, una valorización profunda del lugar de la escuela como un espacio que va más allá de la construcción de conocimiento; que se extraña en lo afectivo, en lo social, en lo vincular con todo lo que tiene para ofrecer. Una permeabilidad del espacio escolar que se ha extendido y que ha generado articulaciones de nuevo tipo con las familias. Una valorización del trabajo docente. Tiempos que se han visto interpelados; rutinas alteradas. Tiempo, espacio y sujetos que muestran ambivalencias respecto de las tecnologías (aburrimiento y saturación/ cercanía y contacto). Aprendizajes que nos desafían a revisitar las propuestas de enseñanza.

 

A corrernos del lugar de sobrecarga cognitiva a través de actividades y de generar vínculos distintos que recuperen la grupalidad; las trayectorias individuales y diversas; que ofrezcan alternativas para la construcción del conocimiento; que recorten currícula y generen otros modos de evaluar (con retroalimentaciones permanentes; e indicadores de logro para el seguimiento). Se aprendió mucho este año. No es un año perdido. Aprendimos a gestionar otro modo de hacer escuela; de trabajo en equipo; con liderazgos más distribuidos; con una escucha atenta al estudiantado (en algunas escuelas más que en otras). Aprendimos a combinar lo analógico y lo digital; a darle valor al uso de las tecnologías con sentido pedagógico (emocional, cognitivo, cultural, didáctico).

 

A diseñar clases sincrónicas que vayan más allá del/de la docente explicando. A jugar un poco más en la línea de pedagogías más lúdicas. Nos queda camino por recorrer. Han sido meses muy duros. En algunos casos con aislamientos muy difíciles en hogares que no están pasándola nada bien. El regreso tampoco será fácil. Tendremos que ver qué huellas nos quedaron debajo de la piel.

 

Ojalá que muchos de estos aprendizajes nos ofrezcan luminosidad para repensar la escuela, los vínculos, las articulaciones con las familias y las políticas educativas en lo macro, meso y micro institucional.