Acerca de la serie que volvió a instalar el tema del bullying

Si bien no nos vamos a detener en el argumento de la serie, queremos proponer usar ese mismo número emblemático para compartir algunas reflexiones que nos permitan abordar el tema como padres, docentes y referentes, es decir desde nuestro rol adulto.
1) El acoso en el mundo virtual escala a una magnitud que puede producir mucho daño al que lo sufre.
2) La “huella digital”es imposible de borrar.
3) Las violencias entre pares deben enmarcarse en una perspectiva de género.

4) Hay co-responsabilidades en lo que se publica.
5) La escuela debe ser un lugar de cuidado.
Tenemos que construir una escuela empática con los alumnos que no son los alumnos “standard” ni populares de la institución. Los más débiles o diferentes necesitan la mirada y el apoyo de los adultos responsables, así como también necesitan apoyo aquellos que violentan a otros.
6) Los compañeros tienen que involucrarse positivamente.

7) El adolescente necesita del apoyo del adulto.
Parte del “ser adolescente” tiene que ver con jugar al todo o nada, con las culpas, con la urgente necesidad de “pertenecer”, con la transgresión de los límites. Estas situaciones pueden ponerlos en riesgo, son más vulnerables que en otras etapas de la vida, por eso el rol del adulto es fundamental para orientarlos y contenerlos.
8) El bullying es una forma de violencia que coexiste con las otras violencias que atraviesan nuestra sociedad.
9) Cada vez que se produce un caso de bullying, toda la comunidad tienen que asumir sus responsabilidades.

10) El bullying y el ciberbullying no nacieron de un “repollo”:
estos tipos de violencia tienen que ver con las otras violencias que habitan nuestra sociedad y que influyen en la vida cotidiana de los más jóvenes.
11) Los programas que promueven una cultura de paz, de inclusión y de convivencia previenen la violencia escolar.
12) No contribuir a la exaltación de los “lindos”, los “ricos”, los “fuertes”, los “exitosos” en los ámbitos escolares y sociales.
13) La prevención del Bullying y el Ciberbullying debe basarse en una discusión ética en donde repensemos los valores explícitos e implícitos de nuestra sociedad.
Es imperante generar una autocrítica por parte de nuestra generación y compartir con los más jóvenes espacios para construir un nuevo marco de valores, de conductas y de actitudes, así como consensuar qué acciones se esperan de ellos que, además de lidiar con celulares, robots y redes sociales, son los encargados de mejorar -y apoyarlos para eso-la sociedad que les estamos dejando de herencia.